¿Afecta el ciclo menstrual al análisis de la composición corporal?


Las fluctuaciones de peso y las sensaciones corporales relacionadas con la hinchazón y la retención de agua son a menudo una ocurrencia mensual familiar para las mujeres durante el ciclo menstrual. Por lo tanto, es un consejo común abstenerse de utilizar analizadores de composición corporal que utilicen análisis de impedancia bioeléctrica (BIA), debido a la sospecha de que el equilibrio hídrico del cuerpo se verá afectado por el ciclo menstrual, lo que crearía imprecisiones temporales.
 
Pero, ¿el ciclo menstrual realmente afecta significativamente a las mediciones de BIA y, de ser así, en qué medida?
 
Un estudio realizado por Cumberledge y sus colegas publicado en el International Journal of Exercise Science titulado "The Effect of the Menstrual Cycle on Body Composition Determined by Contact-Electrode Bioelectrical Impedance Analyzers" (El efecto del ciclo menstrual en la composición corporal determinada por analizadores de impedancia bioeléctrica de electrodos de contacto) exploró directamente esta preocupación, investigando la influencia de las diferentes fases del ciclo menstrual en las mediciones de la composición corporal. ¡Sus hallazgos ofrecen información valiosa tanto para las personas que hacen un seguimiento de su composición corporal como para los profesionales que utilizan la tecnología BIA!
 
Entendiendo el análisis de impedancia bioeléctrica
Antes de profundizar en los hallazgos del estudio, es esencial comprender los principios fundamentales de la BIA. Esta tecnología funciona enviando una corriente eléctrica de bajo nivel a través del cuerpo y midiendo la impedancia bioeléctrica a esta corriente. Los diferentes tejidos corporales impedirán la corriente eléctrica de manera diferente, y cuando se combinan con datos como la altura, el peso, la edad y el género, se pueden calcular los parámetros de la composición corporal.
 
Si bien la BIA ofrece ventajas en términos de no invasividad y asequibilidad, su precisión puede verse influenciada por varios factores, en particular el estado de hidratación. Las fluctuaciones en el agua corporal pueden alterar la conductividad eléctrica y, en consecuencia, afectar las mediciones de impedancia, lo que podría conducir a estimaciones inexactas de grasa y músculo. Es precisamente por eso que el ciclo menstrual, con sus conocidas influencias hormonales en el equilibrio de líquidos, se convierte en un área crítica de investigación en el contexto de la BIA.
 
El diseño del estudio: Seguimiento de la composición corporal a lo largo del ciclo menstrual
Los investigadores hicieron un seguimiento meticuloso de los ciclos menstruales de las participantes y realizaron evaluaciones de la composición corporal durante cuatro fases distintas:
 
  • Fase menstrual: El período de menstruación activa.
  • Fase folicular: La fase que sigue a la menstruación hasta la ovulación.
  • Fase lútea temprana: La fase posterior a la ovulación, caracterizada por el aumento de los niveles de progesterona.
  • Fase lútea tardía: La fase justo antes del inicio de la menstruación, a menudo asociada con posibles síntomas premenstruales, incluida la retención de agua.
 
A lo largo de cada fase del ciclo menstrual, las participantes se sometieron a un análisis de la composición corporal utilizando los cuatro dispositivos de BIA diferentes, lo que minimizó las posibilidades de que los hallazgos solo se aplicaran a un dispositivo o marca específicos.
 
Hallazgos clave: Impacto mínimo a lo largo del ciclo
El resultado más sorprendente del estudio fue la constante falta de diferencias significativas en las mediciones de la composición corporal en las cuatro fases del ciclo menstrual, independientemente del analizador de BIA utilizado. El análisis estadístico reveló que las variaciones en el porcentaje de grasa corporal, la masa grasa y la masa libre de grasa a lo largo del ciclo menstrual fueron mínimas y no estadísticamente significativas.
 
(resultados de ejemplo de uno de los dispositivos)
 
Este hallazgo desafía directamente la recomendación común de evitar las pruebas de BIA durante las fases de retención de agua percibida del ciclo menstrual. La evidencia del estudio sugiere que, al menos para las mujeres sanas en edad universitaria, las fluctuaciones en el equilibrio de líquidos asociadas con el ciclo menstrual normal no alteran sustancialmente las mediciones de la composición corporal de la BIA en un grado que comprometa la fiabilidad de la evaluación.
 
Aparentemente, esto significa que las mediciones de BIA se pueden obtener de manera fiable a lo largo del ciclo menstrual de una mujer sin la necesidad de consideraciones de tiempo específicas relacionadas con las fases del ciclo. Esto simplifica el proceso de recopilación de datos y permite un seguimiento más consistente y conveniente de los cambios en la composición corporal a lo largo del tiempo.
 
¿Es este resultado una anomalía?
Los hallazgos de este estudio se alinean con varios artículos publicados que exploran temas similares. Hay una excepción: un estudio de 1993 que utilizó un dispositivo BIA en decúbito supino señaló diferencias más significativas para el líquido intracelular, el agua corporal total y la masa corporal magra a lo largo del ciclo menstrual. Es posible que la razón de los hallazgos contradictorios incluya la tecnología (electrodos a base de gel vs. electrodos a base de contacto), las ecuaciones de medición, las frecuencias eléctricas u otras variables desconocidas.
 
Posibles limitaciones
Si bien este estudio proporciona información valiosa, es importante tener en cuenta que las participantes del estudio eran mujeres sanas en edad universitaria con ciclos menstruales regulares y, por lo tanto, los resultados podrían no ser directamente generalizables a mujeres de otros grupos de edad, aquellas con ciclos irregulares o aquellas con problemas de salud subyacentes que puedan afectar el equilibrio de líquidos de manera más significativa.
 
Conclusión
Este estudio desafía la recomendación común de evitar las pruebas durante las fases de retención de agua percibida y refuerza la fiabilidad de los dispositivos BIA. Si bien es importante mantener protocolos de prueba consistentes, el ritmo hormonal mensual del ciclo menstrual parece ser un factor menos significativo que influye en los resultados de BIA de lo que se pensaba.
 
Según la evidencia disponible, sugerimos seguir las siguientes pautas:
 
  • Coherencia: si bien el ciclo menstrual parece tener un impacto mínimo, mantener condiciones de prueba consistentes (por ejemplo, la hora del día, el nivel de hidratación, la ingesta de alimentos) sigue siendo crucial para un seguimiento fiable de los cambios en la composición corporal a lo largo del tiempo.
  • Enfoque en las tendencias: en lugar de centrarse demasiado en mediciones únicas, céntrese en el seguimiento de las tendencias en la composición corporal a lo largo del tiempo para obtener una comprensión más completa de los cambios.
  • Considerar la variabilidad individual: si bien el impacto promedio del ciclo menstrual parece pequeño, este puede no ser el caso para todas las personas. Prestar atención a las sensaciones personales de retención de líquidos y registrar el momento de las mediciones en relación con el ciclo menstrual puede proporcionar un contexto adicional.
 

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